RARUTO

Ayer terminó Raruto.

Lo que voy a escribir a continuación lo voy a hacer de corrido y no pienso corregir ni una sola letra, porque lo voy a hacer desde el corazón, porque si Naruto fue el primer manga que me compré, Raruto fue la primera serie que leí frente al ordenador, y a lo largo de estos años, me ha puesto una sonrisa en la cara capítulo tras capítulo.

Ya ni me acuerdo porque han pasado un porrón de años, pero creo que comencé a leer Raruto poco tiempo después de que empezara con esto del manga, cuando tenía reciente el final de Bachillerato, y estaba empezando medicina.

Por aquel entonces Naruto y Kaizo eran de lo poco que compraba de manga, aunque veía un montón de anime. Fue entonces cuando me dio por meterme en foros sobre manga del tipo El Rincón del Manga, que en paz descanse. Y así, a lo tonto, empecé a leer varias parodias sobre Naruto, aunque la primero que leí fue el impactante primer capítulo de Raruto... El zorro de nueve colas borracho... La fotocopia Sudoku... La soledad... Siento una presencia... Los ninjas de relleno...

Luego leí el segundo capítulo... ¿Y a quién odias? A tu puta madre... Un momento, si a mi me gusta Flora, y a Flora le gusta Saske, entonces yo le gusto a Saske... Bailaré sobre tu tumba... El reloj pintado robado a un niño... Un ninja tiene que ser un cabrón... Y a limpiar retretes.

¿Cómo no iba a seguir leyéndolo cada vez que saliera un capítulo? Era la parodia perfecta, precisamente porque el autor escribía lo que le salía... incluso el dibujo de Jesulink por aquel entonces tenía su encanto, y menos mal que pasado el tiempo siguió fiel a su uso del lápiz, porque no habría sido lo mismo.

Esta serie me ha enseñado que mear puede ser una trampa mortal, y que las muertes infantiles son algo bueno, como bien nos enseñó Carasimio, el tercer Jefazo. También aprendí que el chiste del hombre entre dos vallas tenía gracia... ¡Vaya que sí! (Como vuelvas a decir vaya que sí, te meto de hostias).

Lo mejor de todo ha sido el material original, todo aquello que es 100% producto vacun... digo producto de Jesulink.  ¿Alguien de verdad se imaginaba que Kabutops era en realidad un hámster? Yo no. Cuando todo el mundo flipaba con la técnica de turno de Naruto, yo me quedé flipado con Mano-chan, el muñeco que echar láser por la boca, cuando echó rayos láser por los ojos. O cuando Naruto invocaba Sapos... Raruto no podía ser menos, e invocó un dragón la mar de serio y majo llamado Rotulador... uno que siempre salva de los malos tragos. Y la serie de televisión que más ganas tenía de ver pasó a ser Ninjas Adolescentes, porque la mayor aventura de todas, es la juventud.

Llegó el final de Raruto y pensé que sería el final definitivo, pero esto no se había acabau, y Jesulink volvió para parodiar la segunda parte de Naruto con Raruto Sisepuede... y volvió igual de genial que siempre. Con Raruto un poco más crecido y Flora un poco más zorra pero sin seguir querer darle su flor. Eso sí, seguían siendo igual de inútiles... incluso peores... ¿Alguien de verdad pensó que Flora haría progresos? Pues ella tampoco.

La calidad seguía siendo impecable, pero todo lo que comienza tiene que tener un final, Neo. Y llegó el final de verdad... un final muy digno, pero sobre todo, muy cachondo. El mayor impacto no fue el discurso del Primer Jefazo, que pasará a los anales de la historia, sino ver que el Ojo con Patas sigue ahí... hasta el final... snif.

Sólo me queda darle las gracias a Jesulink por todos estos años, por los que quedan aún de 5 Elementos y por el resto de series que salgan de su cabeza en un futuro... Aunque en el fondo da un poco igual lo que haya dicho en esta entrada, porque todo ha sido un Genjutsu.